El “adultocentrismo” es un concepto que se refiere a la superioridad de las personas adultas en relación con los infantes, es decir, la adultez es un “boleto” para el poder y participación en la sociedad, por lo que cualquier otra edad fuera de lo “adulto”, como la niñez, queda desplazado, perdiendo la oportunidad de intervenir en las relaciones y acciones sociales.
Lo cierto es que los niños también tienen mucho que aportar y como sociedad se les debe dejar cada vez más participar con su voz, acciones e ideas sin ser desvalorizados o silenciados por su edad.
De hecho, de pequeños la mayoría suele soñar con ser astronauta, maestra o superhéroe, pero siempre pensamos en el futuro lejano cuando ese pequeño crezca y sea adulto.
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El potencial de la niñez es tan grande que cuando se les da la oportunidad pueden dar grandes sorpresas, como los 5 ejemplos de niños emprendedores que presentamos a continuación, para que veas que nunca es demasiado temprano para emprender:
5 ejemplos de niños emprendedores
- Flynn McGarry.
Le dicen el Justin Bieber de la gastronomía estadounidense, quien a los 10 años se dio cuenta que le gustaba cocinar y entonces ya preparaba exquisitos platillos a su familia. A los 16 años, se mudó a Nueva York para abrir su propio restaurante: Eureka NYC.
- Leanna Archer
Con apenas 9 años tuvo la increíble idea de comenzar su propia marca de productos de belleza, cuando las preguntas de la gente sobre cómo conseguía tener un cabello tan bonito la motivaron a tomar la receta secreta de su abuela para fundar su marca Lenna´s Inc.
- Julián Ríos Cantú
Después de que a su madre le diera cáncer de mama, este emprendedor se comprometió a mejorar el proceso de diagnóstico de dicha enfermedad. Más tarde, crearía un sostén que detecta el cáncer de mama, el cual patentó a la edad de 18 años. Es el primer mexicano en ganar el Global Student Entrepreneur Awards por su creación.
- Mía Escalante
Emprendedora mexicana que con tan sólo 7 años decidió ir al programa Shark Tank para que los famosos tiburones invirtieran en su emprendimiento: un shampoo para combatir los piojos. Con su talento para negociar logró que cada uno de los cinco inversionistas aportarán 50 mil pesos. - Cameron Johnson
Es ejemplo de un emprendedor nato. Su primer negocio fue a los 9 años y para la edad de 12 años ganaba $50,000 al año después de comprarle a su hermana su colección de Beanie Babies, osos de peluches famosos en su momento, que vendió a través de Internet.
El tamaño no opaca la grandeza. Para desarrollar el talento y espíritu emprendedor de cualquier niño sólo se necesita de un poco de impulso por parte de los padres, por ello es importante que se les dé la oportunidad a los peques de explorar su creatividad, curiosidad y su manera de crear.
Y tú, ¿tienes en casa a algún pequeño gran emprendedor?