Finanzas Personales, Inversiones, Otros temas

Hábitos de un consumo responsable para cuidar tu bolsillo

“Los hábitos son poderosos, pero delicados. Pueden emerger fuera de nuestra conciencia o pueden diseñarse deliberadamente. A menudo ocurren sin nuestro permiso, pero se pueden remodelar jugueteando con sus partes. Dan forma a nuestras vidas mucho más de lo que pensamos, son tan fuertes, de hecho, que hacen que nuestros cerebros se aferren a ellos excluyendo todo lo demás, incluido el sentido común” -Charles Duhigg, escritor, periodista estadounidense y ganador del premio Pulitzer.

Un hábito es resultado de un comportamiento repetitivo que se vuelve parte de las actividades diarias de cualquier persona, por lo que al paso del tiempo se hace sin pensar y entonces se vuelve automático. Los hábitos sirven para darle orden a la vida, optimizar procesos y para adaptarte a tu entorno al realizar acciones sin perder tiempo para pensarlas o analizarlas conscientemente, lo cual puede ser beneficioso, pero también dañino.

Existen hábitos buenos y malos, los primeros se caracterizan por tener una incidencia positiva en nuestra vida, por ejemplo, ejercitarse es considerado un hábito saludable para el bienestar físico y emocional; mientras que los segundos, son aquellos que pueden vulnerar el bienestar de cualquiera por considerarse factores de riesgo para el logro de una buena calidad de vida, por ejemplo, el consumo de alcohol. 

En el ámbito financiero, uno de los malos hábitos que existen es el consumo irresponsable, no planeado o analizado de productos y servicios, que dañan el bolsillo de aquellos con este tipo de comportamiento. A pesar de que se dice que un mal hábito es más difícil de cambiar debido al esfuerzo que se requiere para identificarlo, aceptarlo como malo y finalmente, reemplazarlo por uno bueno, el cambio puede ser más fácil y rápido si se tiene la fuerza de voluntad suficiente para mejorar tu vida. 

Por ello, a continuación, te presentamos un par de consejos que te ayudarán a ajustar tus hábitos de consumo, para que logres hacer compras de manera más pensada en pro de tu beneficio personal y el de tu cartera:

  1. Observa tu patrón. ¿Qué hábitos negativos sueles tener al momento de comprar o consumir algo? identifícalos y esfuérzate en cambiarlos. 
  2. Ejerce un consumo consciente e inteligente. Antes de la compra de cualquier producto o de contratar un servicio, infórmate sobre las opciones que existen en el mercado y decide con base en tus necesidades y capacidad económica. 
  3. Compra por necesidad. Si sueles comprar por deseo o por impulso, planea tus compras con anticipación y la próxima vez que visites el súper, detente y piensa ¿cuál es el propósito real (no imaginario) de la compra? 
  4. Evita comprar lo que ya tienes. Si necesitas una nueva camisa, blusa o llenar la alacena, realiza una pequeña búsqueda en toda tu casa para asegurarte de que realmente no tienes lo que quieres comprar. 
  5. No gastes lo que no utilizas. Es común tener la televisión encendida mientras se usa el celular o tener la llave del agua abierta cuando te cepillas los dientes. Prestar atención a esos tipos de detalles te harán ahorrar mucho dinero, además de mantenerte presente en una sola actividad. 

¿Qué otros hábitos de consumo te gustaría ajustar? Comienza a cambiarlos y verás cómo tu calidad de vida y tus ingresos crecerán exponencialmente. Ahora, si te interesa saber más sobre los hábitos, te recomendamos el libro El Poder de los Hábitos de Charles Duhigg. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.